Súper-Nadal

Rafa Nadal logró romper la hegemonía de Roger Federer en Hamburgo y se impuso al suizo en la final del Masters Series de Hamburgo (Alemania) por un marcador global de 7-5, 6-7 y 6-3 tras dos horas y cincuenta y dos minutos de juego. Se trata de la primera victoria del de Manacor en este torneo, donde se ha reivindicado como "rey de la tierra batida".

Nadal comenzó muy dubitativo en su juego, timorato en sus golpeos desde el fondo de la pista e inoperante ante un Federer muy metido en pista, llevando la iniciativa de los puntos y logrando pronto adquirir una ventaja considerable en el marcador. No se había cumplido la media hora de juego y Federer tenía 5-1 y servicio para meter en su buchaca la primera manga. Para más problemas, Nadal tuvo que ser atendido por el fisio por unos dolores en la parte posterior del muslo. Las alarmas saltaronen el banquillo español. Pero como bien hemos visto, Rafa es de los que no tiran la toalla en ningún momento. Volvió a saltar a la arcilla dispuesto a lograr la machada... y lo consiguió. Angulando más sus golpes y encajonando a Federer en el rincón del revés, Nadal logró salvar dos bolas de set en contra y apuntarse seis juegos de forma cosecutiva para cerrar el primer set con un parcial de 7-5 a su favor. La épica volvió..junto a Súper-Nadal.

En la reanudación, Nadal logró un break que hacía presagiar una resolución del choque por la vía rápida, pero no. Federer volvió a meterse en la pista, a definir en la red y a sacar sus mejores golpes de revés, que lo puso por 5-3 por delante en el luminoso. Rafa volvió a plantarse en el fondo de la pista, a buscar el revés del suizo, hizo acopio de su gran passing shot y dio un giro de 180 grados al devenir del set, que terminó por resolverse en el tie-break. Allí, en la muerte súbita, Federer se mostró muy superior y con un mini-parcial de 7-3 logró llevar el partido al tercer y definitivo set.

Las sombras del pasado (el año pasado Federer remontó un set en contra) purulaban por la mente del español que, sin embargo, demostró que aprende de sus errores. Aprovechó la primera oportunidad que tuvo para ponerse en ventaja y siguió perfilando a base de raquetazos de oro la victoria final. Un triunfo que llegó tras un último parcial de 6-3.

Con esta victoria, Nadal logra el tercer título de la temporada (tras el Masters Series de Montecarlo y el Conde de Godó de Barcelona) y el vigésimo sexto como profesional. Además, inscribe su nombre por primera vez su nombre en el palmarés de Hamburgo y sigue dominando su duelo personal con Federer (10-6 para Nadal).

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