lunes, 26 de mayo de 2008

Tercera "conquista" de Marte

La sonda espacial, que analizará las moléculas contenidas en el agua presente en el permafrost marciano, llegó anoche a Marte -y es la tercera-. Se posó exitosamente en su polo norte, tras recorrer 679 millones de kilómetros, decidida a averiguar si hay o hubo vida en el planeta rojo.

La NASA bautizó a está nave espacial como Mars Phoenix Lander. Tiene un hardware “mellizo” al de la Mars Polar Lander que en 1999 perdió comunicación con la Tierra al llegar a Marte. Los ingenieros de la agencia espacial norteamericana confiaban en ese diseño, y tenían razón: finalmente, el pequeño robot se posó sobre el planeta rojo después de un largo viaje interplanetario.

La misión, que comenzó hace diez meses con el lanzamiento desde la Tierra, costó 420 millones de dólares. El punto de mayor tensión para los controladores de la NASA fue cuando, tras atravesar la delgada atmósfera del planeta, se transformó en la primera nave espacial que aterriza con éxito en una de las regiones polares de ese planeta. Eran las 16:53 hora del Pacífico (23:53 GMT).

Barry Goldstein, Ed Sedivy y Peter Smith, miembros del equipo del centro de control de la NASA, expresaron su alegría por el éxito de la misión. Y tenían motivos: la Mars Phoenix Lander se desplazaba por el espacio a una velocidad de 20.400 km/h, pero al entrar en la atmósfera marciana fue capaz de soltar un paracaídas y activar cohetes propulsores que le permitieron descender lentamente hasta el suelo. Esta maniobra requirió que 26 rutinas de software realizaran otros tantos ajustes a bordo de la nave.

La Mars Phoenix Lander, al contrario que los robots Spirit y Opportunity, que desde el 2004 recorren (y fotografían) la superficie de Marte, carece de ruedas y no podrá moverse del punto en que se posó. Esto no es un impedimento para que pueda llevar a cabo su misión, que consiste en averiguar si en Marte existen (o han existido) las condiciones propicias para que la vida pueda desarrollarse. Aunque no tiene como objetivo la búsqueda directa de microorganismos extraterrestres, si buscará evidencias de su existencia.

Primeras imágenes de la Phoenix en Marte

El laboratorio incluido a bordo de la Phoenix se encarga de calentar, en un “horno” alimentado por energía solar, las muestras recogidas del subsuelo marciano hasta convertirlas en un gas más fácil de analizar por la multitud de sensores que dispone. Luego, transmitirá a la tierra la lista de moléculas que contiene.

Sabemos que en Marte hoy el agua sólo se encuentra en forma de gas atmosférico y como hielo en los polos. No obstante, hay evidencias geológicas de que hace miles de millones de años fluía en ríos y lagos. Los análisis de la Phoenix ayudarán a que los científicos puedan comprender qué pasó con ese volumen de agua, de que manera se distribuía por el planeta y sobre todo, por qué dejó de existir en estado líquido.
Los científicos sospechan que hasta hace unos 100.000 años existía agua liquida en el polo norte, lo que en términos geológicos es una época muy reciente. Dada la relación directa que existe entre el agua líquida y la vida, ese se convirtió en el lugar ideal para el descenso de la nave

La Phoenix fue diseñada aprovechando muchas de las piezas de la misión que fracasó en 1999, y a diferencia de las ultimas sondas enviadas a otros planetas, no estaba dotada esos "airbags” enormes destinados a suavizar el impacto contra la superficie. Tal como ocurría con las sondas Viking de la década de 1970, utilizó propulsores jet para bajar lentamente hasta la superficie aterrizo sobre sus patas. Hacia 32 años que una nave no descendía de esa manera.


Simulación de la llegada a Marte del Mars Phoenix Lander


fuente: neoteo.com



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1 comentario:

  1. Si señor, estos articulos me fascinan..estos y los de naturaleza me encantan...ke pepino si señorr!!

    Valla ostia ke te han dao en la discoteca!! (ohno)

    Nos vemos, cuidatee


    YNWA

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